La ignorancia es atrevida, incluso para los grandes.

La tonadilla de Pablo Esteve "El viejo enamorado", de 1779, donde la motrileña María Antonia La Caramba en el papel de gitana anuncia: "Que la Malagueña pretendo cantar por si vuestra pena os puedo aliviar… (baila) ea ea ea que ya bambolea ea ea ea". Es decir, ya en 1779 existía un cante llamado "malagueña", mucho antes de Enrique "El Mellizo" e incluso Juan Breva.

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Vamos al lío para que la lectura sea amena. Hasta los maestros pueden meter la pata y decir cosas que no son. El señor José Mercé la metió hasta el fondo. Sencillamente su intervención como jurado en el programa de Canal Sur Tv, «Tierra de Talentos», fue equivocada y por lo tanto, falsa.

Pero primero veamos qué dijo, en qué se equivocó y, por lo tanto, falseó una realidad. Miren este vídeo, sólo dura poco más de un minuto, después seguimos con el desmentido.

Mercé dijo que la malagueña es de Cádiz y que una malagueña del Mellizo no puede continuarse con un abandolao. Bien, ya podemos seguir ¿Dónde se equivoca el maestro Mercé? En todo. La literatura investigadora sobre este cante jondo dónde los haya siempre señala su origen en Málaga, por eso no es casualidad que se le llame «malagueñas». Este hecho no es definitorio del todo ya que, por ejemplo, las granaínas proceden de la malagueña y llevan el nombre de Granada. Al margen de la etimología, está más que documentado la procedencia geográfica del cante por malagueñas en su provincia. No sólo eso, sino que la malagueña es el basamento y tronco común de los cantes de levante. 

La tonadilla de Pablo Esteve «El viejo enamorado», de 1779, donde la motrileña María Antonia La Caramba en el papel de gitana anuncia: «Que la Malagueña pretendo cantar por si vuestra pena os puedo aliviar… (baila) ea ea ea que ya bambolea ea ea ea». Es decir, ya en 1779 existía un cante llamado «malagueña», mucho antes de Enrique «El Mellizo» e incluso Juan Breva.

Según la documentación existente, los cantes abandolaos o bandolás como las Rondeñas, los Fandangos de Málaga son los precursores de la malagueña. Ya en los años treinta del siglo XIX Estébanez Calderón nos habla de un tipo de fandango, la malagueña al estilo de la jabera. Ese podría ser el estilo cantable, para escuchar, que pudo configurar modelos cercanos a la malagueña flamenca tal y como recientemente se publicó en el Diario de Cádiz sobre la grabación de Enrique el Mellizo y de dónde pudo oír ese cante, «Y es que en el capítulo de Estébanez Calderón se precisa que en esta reunión en Triana, donde andaban El Planeta y El Fillo, apareció «la Dolores y su comparsa de Espeletilla, Enriquillo, el Granadino, la Mosca […]. Allí «la gitanilla» cantó una malagueña «por el estilo de la Jabera» aunque los que allí estuvieron, recoge el escritor, «decían y aseguraban que lo que cantó la gitanilla no fue la Malagueña de aquella célebre cantadora, sino otra cosa nueva con diversa entonación, con distinta caída y de mayor dificultad, y que por el nombre de quien con tal gracia la entonaba, pudiera llamársela Dolora».

La versión flamenca surge hacia 1870 en las recreaciones, entre otros, del malagueño de Vélez Juan Breva y de otros malagueños, como El Canario de Álora(Malagueña del Carnario) o «La Trini»(Malagueña de la Trini), los gaditanos Enrique «el Mellizo»(Malagueña del Mellizo) o Antonio Chacón (Malagueña de Chacón). Más tarde y para completar la terna de grandes intérpretes de malagueñas citamos aquí a Diego «El Perote»(testigo y transmisor de la Malagueña de la Trini), La Peñaranda y El Cojo de Málaga. Otros intérpretes de malagueñas son; Niño de Canillas, Fosforito, José Menese, Rojo el Alpargatero, Manuel Centeno, Bernardo el de los Lobitos, Juan de la Loma, Aurelio de Cádiz, el Flecha de Cádiz, la Niña de los Peines, Manolo Caracol, Niño de Cabra, Manolo Vargas, Pericón de Cádiz, Cobitos, de entre muchos. Hoy día, es raro el cantaor o cantaora que lleva en su repertorio una malagueña en sus distintas variedades; Miguel Poveda, Isabel Guerrero Alarcón, Bonela hijo, María La Terremoto, Arcángel, etc. Hay que señalar que, la procedencia del cantaor no modifica la geografía del cante que está cantando. Que un malagueño interprete, incluso modifique hasta crear una variante de Alegrías, no hace a este nuevo cante «malagueño».

Fue Juan Breva el que popularizó este cante en sus actuaciones en Madrid, como podemos leer en el libro Juan Breva, vida y obra, editorial «Fundación Unicaja», 2015; del flamencólogo e investigador Gonzalo Rojo que señala: «Año en que Alfonso XXII contrajo matrimonio con María Cristina de Hasburgo-Lorena, tras el fallecimiento de su primera mujer, María de las Mercedes de Orleans, subió Juan Breva a Madrid por vez primera, y lo hizo para trabajar en el teatro de la Bolsa. Así confirma la prensa de entonces: «En el Teatro de La Bolsa están muy concurridas las funciones que se celebran todas las noches. La empresa a contratado a las célebres cantadoras y baildoras La Roteña, La Malagueña y otras, y a Juan Breva, correspondiendo así al favor que el público dispensa al expectáculo». Existen otros apuntes de prensa en los que se indica el éxito del cantaor malagueño y sus malagueñas con gran aceptación del público.

Hay que indicar también que queda documentado en la biografía de Antonio Chacón, vivió muchos años de su vida en Málaga, de dónde pudo proceder su afición por las malagueñas. Sin duda, aquí fraguó su estilo de malagueña, la Malagueña de Chacón. Podemos concluir que la malagueña, sin albergar ninguna duda, es un cante procedente y con origen en Málaga y no en Cádiz, tal y cómo erróneamente fue dicho por José Mercé y plasmado recientemente por el Instituto Andaluz del Flamenco en una publicación afirmando que la malagueña procede de Cádiz y Málaga. Ni el Instituto ni el maestro tienen razón, por muy instituto y maestro que sean. 

Por otro lado está la afirmación que el jerezano le hace al chico del vídeo sobre la improcedencia de interpretar una malagueña seguida de un abandolao. También aquí falla estrepitosamente pues es costumbre hacer los dos cantes uno detrás de otro por muchos cantaores como podemos ver en varios vídeos que se ponen como ejemplo.

Queda demostrado pues, que el saber cantar no implica conocer o saber todo de lo que se habla. Y que Málaga ha tenido y tiene una importancia capital en esto del Cante Jondo, aunque muchas veces se pretenda ningunear.

 

Jesús López y Enrique López Barrionuevo.

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